Recuerdo los bosques oscuros, que ocultaban las laderas de las sombrías colinas; el arco plomizo y eterno de las nubes grises, los susurros arroyos que fluían en absoluto silencio y los vientos solitarios que susurraban en los desfiladeros. Paisaje sobre paisaje, colinas sobre colinas, ladera tras ladera, oscurecidas por hoscos arboles se extiende nuestra adusta tierra. Y así cuando un hombre coronaba una rocosa cima y miraba, cubriéndose los ojos, solo veía los paisajes sin fin, colina sobre colina, ladera tras ladera, todas encapuchadas con sus hermanas. Era una tierra sombría que parecía contener todos los viento las nubes y los sueños que rehúyen del sol con ramas desnudas repiqueteando bajo solitarios vientos, y la absoluta presencia de los oscuros y melancólicos bosques, que ni siquiera el pálido y infrecuente sol era capaz de iluminar, pues apenas pintaba sombras menudas sobre los hombres.la llamaban CIMMERIA tierra de oscuridad y noche profunda.
Cimmeria, de Robert E.Howard. Escrito en misión Texas, en febrero de 1932; inspirado por las colinas de Fredericksburg, vistas en un brumoso y lluvioso invierno.