Artículo sobre John Milius

FUENTE: http://www.tepatoken.com/cine/john-milius.html

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John Milius: el guerrero solitario

(por Carlos Mendez Rodríguez)




Poco o nada sabemos de John Milius desde 1994, en el que coescribio el guión de Clear, present and danger (Peligro Inminente). Solo un persistente y confuso rumor lo colocaba al frente de la segunda secuela de Conan, bajo la producción ejecutiva de los hermanos Wachowski (Matrix). Un proyecto que debería estar rodado ya para estrenarse en el 2004, aunque parece que, como tantos otros, ha pasado a dormir el sueño de los justos.

Un olvido lógico si se tiene en cuenta los tiempos de corrección política en los que vivimos y los calificativos que se han vertido sobre nuestro protagonista: fascista, militarista, nihilista, anarquista... Aparte de todos estos calificativos (algunos fundados, la mayoría absurdos), no es de extrañar que Milius sea un personaje incomodo a la industria. Dotado de una personalidad independiente (produce, escribe y dirige) y de un estilo clásico, lejos de efectismos y esteticismos, ha mantenido una relación contradictoria con la mencionada industria, en la que ha colaborado asidua y fructíferamente pero que le mantiene en blanco en la dirección desde hace mas de una década.

Sin embargo la nomina de celebridades que han colaborado con él (recordemos su triple faceta de productor, director y escritor) evidencian su importancia en el cine americano de los últimos treinta años: Spielberg, Coppola, Lucas, Sydney Pollack, Oliver Stone, John Huston, Paul Schrader, Robert Zemeckis....

Tras ser rechazado en el ejercito por su asma crónica, Milius se graduó en la Southern University de Los Angeles, al igual que otro director de culto, John Carpenter. Sus inicios como guionista son arrolladores: firma los guiones de Jeremíah Johnson (Las aventuras de Jeremías Johnson) de Sydney Pollack y The life and times of judge Roy Bean (El juez de la horca) de John Huston, ambas de 1972, colabora en el de Jaws (Tiburón, 1975) de Steven Spielberg al mismo tiempo que cosecha sus primeras polémicas con las dos primeras entregas de la serie de Harry el sucio.
Ya desde estos primeros trabajos se aprecia la línea argumental básica del resto de su filmografía posterior: un hombre desarrolla un código moral propio, al margen y opuesto al general, lo que le lleva a un enfrentamiento con el resto de la comunidad y a su marginación dentro de esta. Son personajes solitarios, de acción (militares o guerreros, gansters, etc..), cuya reflexión nace de un contacto directo con la muerte, hecho que les lleva a replantearse sus principios vitales. Es el caso del Raisuli (Sean Connery) en The Lion and the wind (El Viento y el León), del coronel Kurtz (Marlon Brando) en Apocalipsis Now, o de otros aun mas fácilmente identificables (Harry el Sucio).

Con estos precedentes, Milius creo inusitadas expectativas ante su debut en la dirección, que se vieron en su mayoría decepcionadas. Dillinger (1973), un biopic sobre el gangster que fue abatido a la salida de un cine, es recibida, en general, con frialdad. Habrá que esperar hasta 1975 para que Milius diera la medida de sus posibilidades.

The Lion and the Wind (El Viento y el León) es una película de aventuras crepusculares (que también las hay). Bajo el telón de fondo del colonialismo pre-bélico y la expansión internacional norteamericana de principios del siglo XX, Milius narra el enfrentamiento entre dos concepciones del mundo antagónicas: de una parte el capitalismo salvaje y prepotente (encarnado en la figura del presidente Teddy Rooselvelt, magistralmente interpretado por Brian Keith) y de otro el feudalismo personalista de el Raisuli (Sean Connery), es decir, el hoy tan comentado enfrentamiento entre Oriente y Occidente.

Ligada a una larga tradición de cine colonial (Beau Geste, Amanecer Zulú, etc..), presentada esta vez desde la óptica del invadido, y beneficiada de un humor cínico y bárbaro y de una portentosa concepción de las escenas de acción, The Lion and the Wind es considerada la mejor película de su director hasta la fecha.

Una apostilla sobre el pretendido ultranacionalismo de Millius: si bien es cierto que posee una ideología conservadora (pertenece a la muy conocida Asociación nacional del rifle) y ha demostrado siempre tener una especial predilección por todo tipo de parafernalia militar, también es cierto que en ocasiones muy significativas demostró ser capaz de mostrar su ambivalencia en este sentido. El espíritu anticolonialista de The Lion and The Wind junto con la sátira feroz de algunos de los valores mas sacrosantos de la sociedad americana que encerraba el guión original de 1941 (del que Millius era autor), deberían hacer replantear a los críticos mas exacerbados de su cine este aspecto.

El mundo personal de Milius se destaca en su faceta de guionista tanto o más que en la de director. No es de extrañar por tanto que su trabajo mas emblemático sea un guión no dirigido por el y casi de encargo. Me refiero a Apocalypse Now (1979). Tras The Lion and the Wind o Jeremíah Jonson, parecía lógico que Milius se encontrara tarde o temprano con un carácter tan épico e individualista como el de Conrad, del que adapta su Corazón entre tinieblas.

No es este el lugar de hablar de las peripecias del rodaje, de cómo un presupuesto inicial de 12 millones de dólares se disparo a 30 y de 16 meses previstos de rodaje a 34, ni del infarto de Martín Sheen ni de los intentos de suicidio del propio Coppola. Todo eso forma parte ya de la leyenda, y serviría para rellenar unos cuantos artículos como este.
Lo cierto es que el proyecto había empezado mucho antes, alrededor de 1973, cuando contaba aun en la dirección con George Lucas, reservándose Coppola el papel de productor. La impresión de la guerra del Vietnam se mantenía entonces muy reciente en la memoria colectiva americana y Coppola buscaba un argumento que delatara la barbarie del conflicto alejándose de las dos perspectivas con las que se había abordado hasta entonces el tema: de un lado la republicana, conservadora y justificativa, y de otro la demócrata, pacifista y critica. Se recurrió para ello a la novela de Conrad, cuya adaptación había sido el sueño imposible de cineastas como Welles o David Lean, y cuya acción se traslado de la jungla del Congo a la Vietnamita.

Sin embargo, el propio Milius no quedo satisfecho con la realización de su guión. Según el, muchos aspectos habían sido edulcorados (acusación que ya dirigió contra las adaptaciones de Jeremíah Johnson y... ¡Harry el sucio!) y el aspecto antibelicista había sido muy remarcado (en una de sus pintorescas declaraciones afirmo que “criticar la guerra era criticar algo tan natural como la lluvia”). Sin mas elementos de juicio que estas declaraciones y la comparación entre película y libro original, podríamos deducir que la “versión ideal” de Milius se ajustaba mas estrictamente a la obra de Conrad, que carecía de elementos antibelicistas (puesto que no se desarrollaba en ningún conflicto) y desarrollaba un tema muy del gusto de Milius: la puesta en tela de juicio de todo un código moral “civilizado” debido al contacto con un mundo “salvaje”, individual y alejado de hipocresías, que finalmente le seducirá.

En este momento, y gracias a la conmoción provocada por Apocalypse Now (por la que recibirá su única nominación al Oscar), Milius se encuentra en el cenit de su carrera. Es entonces, cuando uno de los mas rutilantes productores de Hollywood, Dino de Laurentiis, le encomienda la dirección de una película destinada a convertir en estrella a un rudo y desconocido culturista llamado Arnold Schawenegger. Me refiero, obviamente, a Conan, the Barbarian (Conan, el Bárbaro).

Película que dignifica ese subgénero tan tendente al resultado bizarro, cutre y chusco que es la épica fantástica, Conan, the Barbarian se cimenta sobre un extraordinario guión firmado a la par por el propio Milius y Oliver Stone, que logra dar unidad y hondura psicológica a lo que no eran mas que un extenso conjunto de relatos breves de carácter “pulp” (literatura barata o de tapa blanda). Para ello, Stone y Milius recurrieron a los moldes de las mitologías clásicas: con la apariencia de una saga escandinava (inspiración de los relatos originales de Robert E. Howard), ágil, desenfadada y con grandes dosis de humor, Stone y Millius proponen una historia de búsqueda interior y mística, mucho mas en la línea de los relatos del ciclo artúrico.



Sin embargo, Conan, the Barbarian, contiene otros muchos puntos de interés: la majestuosa partitura de Basil Poleodouris (un autentico compositor de culto si nos atenemos al numero de portales dedicados a su obra en Internet), un cuidadísimo diseño de producción (realizado en gran parte por técnicos españoles) y una contenida y efectiva utilización de efectos especiales.

El éxito de la película (en mi juicio, ignorada y poco vista hoy día) marcará, paradójicamente, el ocaso de nuestro director. Los ochenta marcan un periodo de conservadurismo en la sociedad americana, que bajo los auspicios de la administración Reagan pretende recuperar un “orgullo nacional” puesto en entredicho tras el fracaso en la guerra del Vietnam y la fractura social que esta produjo, acentuada tras el escándalo Watergate.

Fruto de todo este clima es Red Dawn (Amanecer Rojo, 1984), un autentico despropósito en donde Milius vuelca toda su vertiente mas ultranacionalista. La película narra el despertar de la inocencia de un grupo de teenagers americanos de encefalograma plano obligados a echarse al monte ante una hipotética invasión del territorio norteamericano por una conjura soviético-cubana. Emblema del cine Reaganista (dice la leyenda urbana que tras el guión firmado por Milius y Kevin Reynolds se ocultaba uno de los asesores presidenciales), Amanecer Rojo enemista definitivamente a Milius con la critica y el entorno Hollywoodiense, este ultimo tradicionalmente demócrata.

Tras Amanecer Rojo, los trabajos de Millius se espacian y pierden interés. Si en los setenta había apadrinado algunos de los primeros trabajos de directores tan renombrados posteriormente como Paul Schrader o Robert Zemeckis, en 1987 parece tocar fondo produciendo Fatal Beauty (Belleza Fatal), un vehículo de lucimiento para la inaguantable Whoopi Goldberg. Su tarea como director se reemprende con Farewell to King (Adiós al Rey, 1989), un proyecto largamente acariciado (Milius se había ofrecido a adaptar gratuitamente la novela de Pierre Schoendoerffer) que pasa con mas pena que gloria por las carteleras a pesar de contar en el papel protagonista con la siempre grata presencia de Nick Nolte. La ultima película dirigida por Milius hasta la fecha es Flight of Intruder (El vuelo del Intruder, 1991), una historia sobre aviadores ambientada en la guerra del Vietnam que tuvo aun menos repercusión que Adiós al Rey.

Tal vez el principal handicap de Milius es que no es un director cómodo para Hollywood. Su estilo épico esta poco en consonancia con la clase de productos que este ofrece, en su mayoría rutinarias secuelas destinadas a acaparar franquicias de merchandising, o productos en cadena carentes de originalidad, olvidables y de consumo fácil. Los críticos que hace veinte años se lamentaban del grado de infantilismo que estaba alcanzando el cine americano han visto confirmar sus temores con títulos como La Momia o las dos primeras entregas de la precuela de Star Wars.
Es lógico, por tanto, que Milius no tenga ya hueco en esa industria.

Esperemos que, tal vez un día, en estas mismas paginas glosemos su regreso al centro del ruedo; eso será sin duda otra historia....

Muy buen artículo, ciertamente la personalidad ultraindividualista y de exaltación de lo bárbaro ante lo civilizado hacen de éste GENIO un personaje bastante incómodo para Hollywood, e injustamente ninguneado ...

¿Qué nuevo se sabe de éste hombre? Con la serie "Roma" tuvo bastante éxito, ¿verdad?, y ahora creo que preparaba una peli sobre Genghis Khan... ¿Se sabe algo nuevo de sus proyectos?

PD. Aún no he visto "El Gran Lebowski", donde he oído que uno de los personajes es una parodia de Milius, ¿alguien la ha visto?

PPD. Recomiendo la lectura del libro "Moteros Tranquilos, Toros Salvajes", básicamente un conjunto de entrevistas donde actores, guionistas, etc cuentan sobre el llamado Nuevo Hollywood de los 70, la verdad es que algunas de las cosas que cuentan son difíciles de creer pues suenan muy muy tópicas, pero de resultar ciertas serían ... . Entre otras cosas describen a Milius como alguien que siempre estaba paseandose con algún arma, y que por ejemplo estaban en una fiesta y se asustaban todos de repente con sonido de disparos y era Milius disparando en el jardín sin venir a cuento ... y cosas de ese tipo, como que en la casa de Polanski siempre había quinceañeras en topless bañándose en la piscina... y no hablemos ya de Jack Nicholson o Scorsese (daría lo que fuera por haber estado en alguna de sus fiestas )... lo dicho, un libro muy recomendable, con que tan sólo la mitad de lo que cuentan sea cierto... en fin...

Si, en los 70 la gente se volvió muy loca, estos directores hacían fiestas pasadísimas.

"El Gran Lebowski" es una maravilla de pelicula. El psnaje de John Goodman efectivamente está basado en Milius. Pero es una parodia, los hermanos Cohen son amigos personales de Milius, y le tienen en gran estima. Milius es un cachondo y siempre está llamando la atención diciendo burradas, pero cuando toma confianza revela que es todo un personaje que usa para quedarse con la gente. El psnaje de "lebowski" es ese lado histriónico de Milius, pero no es él realmente. Los Cohen sólo se basaron en sus bromas.

Este era un buen lugar para dejar este trailer, documental sobre John Milius que se estrena este año:

Y con una pinta estupenda.

Anoche vi por primera vez (ya caerán otras más), "El viento y el león", y me encantó. Enorme Sean Connery interpretando al carismático Ahmed al-Raisuli.

Grandísima pelicula.

Flaming, una duda que siempre he tenido es por que Milius no dirigió conan el destructor, si Richard fleicher hubiera seguido el camino de John la película podría haber sido otra obra maestra, menos mal que reparo el desastre de conan the destroyer con la película de red sonja que habrá gente que no le guste pero a mi me parece una gran película y refleja muy bien la era hyboria.

Pues parece que por un lado el propio Milius no quiso, y se sospecha que es porque no se llevaba muy bien con el productor Dino DeLaurentiis. Creo que no le debió de gustar nada que DeLaurentiis le obligase a recortar tanto su montaje original (le llegó a quitar como 30 minutos de pelicula o más). Sabiendo cómo es Milius de perfeccionista y de rebelde, eso le debió de sentar bastante mal.

Pero si fue Milius quien se negó a dirigir la secuela, o si fue el propio DeLaurentiis quien desde el principio decidió prescindir de Milius, eso realmente no se sabe.

La muerte del rey osric es un buen regicidio pero es demasiado majestuosa para un rey que aunque los primeros años de su reinado fueron buenos, luego como dice mako se convirtió en un déspota, ese tipo de muerte grandiosa estaría bien para un gran hombre como fue julio cesar, pero para osric creo que le hubiera pegado una muerte más rápida como la del tirano numedides que murió rápidamente ahorcado en las manos de conan.


Flaming , además de la muerte del rey osric y la escena de la gladiadora picta ¿Cuántas escenas mas hay eliminadas?

http://www.conancompletist.com/EN/scenescoup.htm